29 agosto 2011
El insomnio de las hormigas
Contar pulgones ya no funciona. No recuerdo exactamente cuándo comenzó este insomnio; No sé que lo origina ni en que pienso cuando no logro dormir. Mi trabajo de obrero, mi gusto platónico por la reina y mi aracnología son los tres temas principales con mi psiquiatra. Ayer me le lancé a un zapatazo en medio del desespero. Estoy perdido.
Sé que todo terminará mal como paso con mi madre. Sé que todo el trabajo se vendrá a pique con el invierno. Nada funcionará. Mis horas están contadas, Ni se molesten en querer festejar mis 22 días de vida. De este hueco no salgo.
He sido grillo y he sido oveja, y en ambas reencarnaciones tuve insomnio, pero nunca una tan traumática como la de ahora. Este trabajo de hormiga, este desamor y esta fobia al mundo me enferman, me enloquecen cada vez mas. Hoy soy una maldita hormiga que no raciona ni guarda comida para mañana. Hoy soy una maldita hormiga que espera al zapato gigante que aplaste su cabeza
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Tengo un gusto particular por este tipo de relatos que, aunque parezcan ficticios, no llegan a ser del todo impersonales... Saludos y que gustazo que vuelvas a postear!
ResponderBorrarHola JP,
ResponderBorrarMe gustó mucho lo de "Ayer me le lancé a un zapatazo en medio del desespero"... bacano el post!
Eymard.
a veces la literatura logra involucrarlo a uno, como un extraño mea culpa.
ResponderBorrarHegel.
Realmente a veces somos hormigas que no reaccionan ni guardan comida para el mañana... Im-pre-sio-nantes palabras!!
ResponderBorrarUn saludoo!
Excelente post! Es agradable leerte cuando escribes asi!
ResponderBorrarmuy bueno tu blog! lo seguiré seguro, a proposito, dias atrás encontré este, pinta muy divertido para relatar anécdotas pasadas, echale ojo si quieres: http://grandesanecdotas.blogspot.com/
ResponderBorrarJajajaja, está buenísimo.
ResponderBorrarUn Saludo.