Ni ella toca acordeón, ni yo canto vallenato; Pero los mejores brindis de la vida se han hecho entre mi comadre y yo.
Cuando mi comadre cumpleaños, yo no existo ni existiré para otra persona. En su cumpleaños, El mundo baila la canción que mi comadre diga porqué lo ordeno yo.
Mi compadre es mi llave y mi ahijada es la mejor sonrisa jamás dibujada. Pero mi comadre es aquella que aunque dude, sabe y jura el amor que puedo sentir por aquella que en esos días tenga prestada mi atención.
Cuando mi comadre pregunta es obvio que sabe la respuesta; Y aunque muchas veces acierta, otras veces descontexta con mucha razón.
Mi comadre brinda con mucha alegría. Y yo brindo con ella, en voz baja pero con todo, todo mi corazón. Porque no hay dicha más grande que la causa una amiga que un día te invita, así, a secas, a hacer parte de la familia, como padrino y como compadre, pero sobre todo para cerrar un lazo eterno llamado: Mi comadre y yo.
Se refleja la verdadera amistad,la que nace de años de juventud y se robustece con el otoño del tiempo.
ResponderBorrarQue belleza, estas son las amistades que valen la pena, las que a pesar del tiempo y las circunstancias de la vida aun siguen firmes, siguen ahí para cada día regalarnos un motivo de felicidad.
ResponderBorrarCuarajo!!!
ResponderBorrarSe nota que disfrutas de la belleza de la empatía Jeanpo! buena por esa :)
ResponderBorrarbuena te felicito por el blog, esta bueno productormusical
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