Tengo una colección de sueños contigo: Todos los colores, todos los olores y con todas las razones. Guardo paquetes enteros de recuerdos inconclusos contigo. Tengo los mismos anhelos del que me hablan tus ojos y sin embargo aun no te decides a vivir.
Me dedicaría a vivirte, a detallarte en cada en cada poesía. Me dedicaría saborear todo por ti, a sentir tu alma en carne viva. Podría dedicarme a recorrer los caminos que sueñas: los empedrados, lo arenosos y los que piensas construir. Podría hacerlo todo, sí me lo pidieras o no, pero no sería lo mismo “hacerlo por ti” que “hacerlo contigo”.
Me dedicaré a escribirte desde aquí. A relatarte estos momentos en los que aun no estás, pero te espero. Me dedicare a escribirte y dejarte cartas bajo mi almohada. ¡Juro que te escribiré intensamente! …Aunque mi mundo se quede inmóvil ante tu inexistencia. Reservaré todas las parcelas que broten amor y las cuidaré por ti. Me dedicaré a escribirte hasta el día que decidas nacer y ese día, JUNTOS, escribiremos una nueva historia.