Esto debería ser un cuento chino

Lo siento pero no se me ocurrió otro titulo mas que ese y mas post que este.

Últimamente mi relación de hijueputazos por minuto ha aumentado considerablemente; aun no logro normalizar mis nuevas tareas en el nuevo trabajo y la semana se me hacen corta teniendo en cuenta que solo trabajo medio día el viernes, “Que duro pa el niño pues!” dirán, pero la verdad es que el viernes en la tarde tengo que viajar a Barranquilla para el postgrado y como sabrán, todos los chicharrones de trabajo salen los hijueputas viernes.

El trabajo no es duro, la Universidad no es difícil, pero la carrera si es agotadora. Este sábado cuando salí de clases y regresaba a casa low battery con ganas de no tener nada en que pensar, pensé: “¿En que momentos me metí en esta Vaca Loca?” y lancé entonces el hijueputazo mas alto del día entonces. Que hijueputa!

Y pa no alargar esta vaina mas de lo que debería ser por que en realidad no voy a concluir nada que no se sepa, pues me la seguí hijueputeando todo el resto del fin de semana… que si la sopa se enfriaba, si mi planes se caían, si el polvo se me dañaba, si otra vez se le ponían la hijueputa llave a la hijueputa puerta o si me tocaba verle la cara a la hijueputa vieja que siempre me hijuetiza el día…todas esas vainas!

En fin, el punto es que cuando regrese a Cartagena con un morral pesado, en el Terminal vi como se alejaba el Metrocar (bus) que me servia y como yo sabia que podía ser el ultimo que salía por ser domingo, corrí hasta la puerta (si, bastante chistoso) para ver si lograba llegar a la puerta mientras el daba la vuelta, pero no… me dejó, ajap… lo hijueputie fuerte.

Así que me toco esperar un buen rato a ver como llegaba a casa sano y salvo; en esas un tipo de ropa vieja y zapatos rotos paso por mi frente mirando hacia abajo, como buscando algo en el suelo, con su columna doblada casi en 90º; mire abajo entonces para ver si yo veía primero (lo que fuera) hmm no vi nada y lo volví a ver, el tipo camino mas y paso de largo y justo cuando iba atravesar la calle, paro, hizo un movimiento incomodo para mirar hacia al frente (seguía con la columna 90º) hasta medio levantó una pierna, y volvió a su camino.

Entonces entendí que el man no buscaba nada; el man sufría de alguna enfermedad que le imposibilitaba tener su columna recta. Eso me lo contó un vendedor de fritos ambulantes que tenia a mi lado –“Que vaina hijueputa!” me dijo – Y si, tiene razón. Eso debe ser mi top 1 de enfermedades hijueputas. Me sentí como pendejo entonces; yo hijueputeando con un trabajo, con la posibilidad de seguir estudiando, con un techo bueno, sano! Enano pero sano! Y me sentí como pendejo por todos los hijueputazos que he lanzado… mas cuando llego el Bus con aire acondicionado que me trajo a casa, si… me equivoque, no era ultimo bus del día.